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Radio Ambulante - El estudiante rebelde

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Benjamín González rompió con todas las normas para un discurso de graduación. Criticó a su colegio, el más prestigioso de Chile: El Instituto Nacional. Su polémico discurso se filtró a las redes sociales, y Benjamín se convirtió en el protagonista de una controversia mediática que no había previsto.



En nuestro sitio web puedes leer una transcripción del episodio.



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Bienvenidos
a
Radio
Ambulante
desde
NPR.
Soy
Daniel
Alarcón.
Hoy
regresamos
a
nuestros
archivos,
a
una
historia
que
publicamos
originalmente
en
el
2014
y
que
viene
de
Chile.
Nosotros
con
unos
compañeros
habíamos
hablado:
“¿Qué
vamos
a
hacer
para
la
licenciatura?”
Porque
no…
o
sea,
habíamos
estado
seis
años
criticando
el
Instituto
Nacional,
criticando
su
chovinismo,
criticando
su…
su
ideología
como
fascistoide:
“Que
somos
los
mejores,
los
demás
no
sirven.
Que…
que
la
patria…”.
Entonces,
¿nos…
nos
vamos
a
ir
del
colegio
así
como
si
nada?
Este
es
Benjamín
González.
Chileno,
claro.
De
18
años.
Hasta
hace
poco
fue
estudiante
en
el
Instituto
Nacional,
uno
de
esos
colegios
prestigiosos
y
tradicionales
que
existen
en
todos
nuestros
países.
Un
colegio
modelo.
Emblemático.
Entran
niños
talentosos
y
salen
hombres
disciplinados.
Según
la
mitología,
los
futuros
líderes
de
Chile.
Entonces
la
idea
personalmente
en
mi
siempre
estuvo
de
hacer
algo.
Pero
como
se
dio
esto
del
discurso
de:
“Manden
un
discurso”.
Como
que
los
astros
se
alinearon
para
que
pasara.
Hoy,
la
historia
de
Benjamín
González,
un
alumno
que
se
atrevió
a
criticar
al
colegio
más
tradicional
del
país
en
su
discurso
de
graduación.
Silvia
Viñas
nos
cuenta.
El
Instituto
Nacional
es
un
colegio
de
hombres
que
se
fundó
hace
doscientos
años.
De
ahí
han
salido
diputados,
senadores,
premios
nacionales
de
literatura
y
de
ciencias
y
dieciocho
presidentes
de
Chile.
El
edificio
está
enclavado
en
el
centro
de
Santiago,
a
pocas
cuadras
del
palacio
del
gobierno.
Así
lo
describe
Benjamín:
El
Instituto
Nacional
se
fundó
recopilando
todos
los
colegios
que
existían
antes
en
la
colonia
para
generar
un
colegio,
como…
como
mismo
dice
el
emblema,
que
futuros
ciudadanos,
que…
que
hombres
que
le
sirvan
a
la
patria,
que
le
hombres
de
ciencia,
hombres
de
letra.
Yo
creo
que
sin…
sin
nada
de
exitismo,
se
podría
decir
que
es
el
colegio
más
importante
de
Chile.
Yo
escuché
por
primera
vez
acerca
del
Instituto
Nacional
hace
diez
años,
cuando
conocí
a
un
par
de
institutanos
—como
se
les
llama
a
los
alumnos
de
ahí—
que
se
acababan
de
graduar.
Este
es
Daniel,
uno
de
esos
alumnos
que
conocí
en
el
2003
y
con
quien
después
empecé
a
salir:
Para
el
Instituto
Nacional
era
una
de
las
mayores
fuentes
de
validación
personal
que
yo
tenía.
Entonces
claro,
yo
te
conocí
a
ti
y
yo
era
Daniel
Yáñez
del
Instituto
Nacional.
De
hecho
me
acuerdo
de
que
siendo
novios
recién,
recién,
una
de
las
primeras
cosas
que
hicimos
al
salir
fue
yo
ir
a
mostrarte
el
Instituto
Nacional.
O
sea
(risa),
yo
creo
que
no
hay
nada
más
freak
(risa)
nada
más
extraño
de
que
una
persona
al
salir
con
su
novia
una
de
las
primeras
cosas
que
haga
es
decirle:
“Oye,
vamos
al
centro
que
ahí
está
mi
colegio
y
es
espectacular”.
Para
todo
esto
era
muy
extraño.
Yo
estaba
en
un
colegio
completamente
diferente:
el
mío
era
privado
y
mixto.
Era
imposible
no
sentir
curiosidad
sobre
cómo
era
asistir
a
un
colegio
como
el
Instituto
Nacional:
¿qué
tan
exigente
era
en
realidad?,
y
¿no
era
raro
estar
en
un
colegio
con
solo
hombres?
Algunos
años
después
me
casé
con
Daniel.
Conocí
a
otros
de
sus
compañeros
y
seguí
escuchando
cosas,
casi
siempre
positivas,
sobre
el
Instituto
Nacional.
Hasta
diciembre
del
2012,
cuando
en
Facebook,
en
la
radio
y
en
los
noticieros
se
empezó
a
hablar
sobre
“un
institutano
rebelde”.
Para
muchos,
el
nombre
de
Benjamín
González
no
decía
nada,
hasta
hace
unos
días,
cuando
en
un
discurso
de
fin
de
año
realizado
en
el
emblemático
Instituto
Nacional
comenzó
a
dar
vueltas
por
las
redes
sociales
y
en
el
cual
este
alumno
de…
Varios
meses
después
de
que
diera
su
polémico
discurso,
conversé
con
Benjamín.
Empezó
contándome
cómo
llegó
al
Instituto
Nacional.
Yo
no…
no
recuerdo
el
momento
claro
en
que
dije:
“Yo
quiero
estar
en
el
Instituto
Nacional”.
Siempre
lo
di
por
hecho
porque
yo…
mi
familia,
más
bien,
no
tenía
el
dinero
para
pagar
una
educación
particular.
Y
en
el
colegio
que
yo
estaba
no…
no
tenía
buena
enseñanza
media.
Era
bueno
hasta
cierto
nivel.
Entonces
siempre
di
por
asumido
que
si
yo
quería
llegar
a
la
universidad
tenía
que
ir
al
Instituto
Nacional.
Pero
entrar
al
Instituto
Nacional
no
es
fácil,
no
importa
si
el
alumno
es
rico,
pobre,
o
de
clase
media.
Al
Instituto
Nacional
llegan
a
los
doce
años,
y
para
entrar
tienen
que
pasar
un
examen
muy
exigente
de
admisión.
Pero
ahí
solo
comienza
la
travesía,
adaptarse
a
un
colegio
como
el
Instituto
Nacional
puede
ser
aún
más
complicado.
Me
acuerdo
del
primer
día
del
Instituto
Nacional
porque
este
colegio
está
cargado
de
mucha
mística
como
yo
decía
en
el
discurso.
Éramos
una…
un
grupo
inmenso
de
jóvenes,
unos
setecientos.
Nos
formaron
a
todos
en
fila,
con
nuestros
vestón,
nuestra
chaquetas
de
color
azul
marino,
con
nuestros
za…
zapatos
lustrados,
todos
peinaditos
para
el
lado,
mirando
de
reojo
al
compañero
a
ver
quién
era
el
más
alto,
el
más
bajo
(risa).
Entonces
nos
forman,
cantan
el
himno
del
Instituto
Nacional
que
suena
tan
viejo
como
el
himno
de
Chile.
Y
hay
todo
un
ambiente
muy
como
de…
no
sé,
de
solemnidad
republicana
que
era
divertido,
era
como
que
te
estabas
metiendo
un
poco
en
la
historia
de
Chile…
Cuando
yo
entré
al…
al
Instituto
Nacional,
me…me
dicen
abiertamente:
“Ustedes
están
aquí
para
ser
los
mejores,
ustedes
están
aquí
para
ser
los
futuros
líderes
de
la
patria”,
con
esas
palabras.
Nos..
nos
delinean
prácticamente
el…
el…
la
normalidad
que
ellos
quieren:
buena…
buena
prueba
de
selección,
buena
carrera
—tradicional
si
es
posible—
buen
trabajo,
hijos,
y
esos
hijos
al
Instituto
Nacional.
En
su
último
año
en
el
Instituto
Nacional,
Benjamín
fue
elegido
como
presidente
de
su
curso.
Durante
el
año
tuvieron
varias
reuniones
de
coordinación
con
las
autoridades
del
colegio
para
planear
la
graduación.
Los
primeros
días
de
diciembre
a
mi
me
llega
un
mail
diciendo
que
todos
los
años
en
la
licenciatura
un
alumno
de
la
generación,
sin
representar
a
nadie,
tiene
la
posibilidad
de
dar
un
discurso.
Y
yo,
como
era
un
alumno
del
Instituto
Nacional,
tenía
la
posibilidad
de
hacerlo,
lo
mandé.
El
discurso
que
mandó
era
conservador,
convencional,
el
discurso
que
todos
esperarían
de
un
joven
institutano.
Escribí
que
el
Instituto
Nacional
es
el
mejor
colegio
de
Chile,
que
este
colegio
tiene
que
enfocar
su
labor
en
dar
ciudadanos
a
la
patria…
que
el
Instituto
Nacional
tiene
que
tener
una
labor
republicana,
de
integración…
Lo
alabé
y
me
lo
eligieron.
Pero
ese
no
era
el
único
discurso
que
Benjamín
había
escrito
y
tampoco
el
que
había
planeado
leer.
Ya
volvemos.
Este
mensaje
viene
de
un
patrocinador
de
NPR,
TurboTax
Live.
TurboTax
Live
cuenta
con
expertos
bilingües
en
taxes
que
están
listos
para
escucharte,
entender
tu
situación
tributaria
y
ayudarte
a
obtener
el
mejor
resultado.
Quizás
eres
un
fotógrafo
independiente,
o
tu
papá
le
gusta
construir
sillas,
tu
mamá
tiene
una
panadería,
tu
hermano
trabaja
en
programación
o
a
tu
abuela
le
gusta
tejer
todo
el
día.
Ya
sea
que
necesites
un
poco
de
ayuda
o
prefieras
que
alguien
prepare
tu
declaración
por
ti,
los
expertos
bilingües
de
TurboTax
Live
están
listos
para
ayudarte.
Intuit
TurboTax
Live.
Escucha
Short
Wave,
el
nuevo
podcast
diario
de
NPR
sobre
ciencia.
En
unos
diez
minutos,
de
lunes
a
viernes,
te
enterarás
de
nuevos
descubrimientos,
misterios
cotidianos
y
la
ciencia
detrás
de
los
titulares.
Te
volverás
un
poco
más
inteligente.
O
al
menos
así
te
verás
frente
a
tus
amigos.
Escucha
y
suscríbete
ahora
a
Short
Wave
de
NPR.
Este
mensaje
viene
de
Spanish
Aquí
Presents,
un
podcast
de
Earwolf.
Presentado
por
los
comediantes
Carlos
Santos,
Raiza
Licea,
Oscar
Montoya
y
Tony
Rodríguez.
Cada
semana
este
podcast
destaca
la
comedia
y
la
experiencia
latina
con
invitados
fascinantes.
Discusiones
sobre
cultura
latina
e
incluso
algo
de
improvisación.
Y
si
te
estás
preguntando:
“¿necesito
saber
español
para
disfrutar
este
podcast?”,
la
respuesta
es
no,
pero
quizá
aprendas
un
poco
sobre
la
marcha.
Escucha
Spanish
Aquí
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aplicación
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y
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Mientras
dormías,
un
montón
de
noticias
estaban
pasando
alrededor
del
mundo.
Up
First
es
el
podcast
de
NPR
que
te
mantiene
informado
sobre
los
grandes
acontecimientos
en
un
corto
tiempo.
Comparte
diez
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de
tu
día
con
Up
First,
desde
NPR,
de
lunes
a
viernes.
Estamos
de
vuelta
en
Radio
Ambulante.
Soy
Daniel
Alarcón.
Antes
de
la
pausa
escuchamos
cómo
fue
el
camino
que
llevó
a
Benjamín
Gonzáles
al
Instituto
Nacional
de
Chile,
uno
de
los
colegios
más
prestigiosos
del
país.
Y
al
día
que
tenía
que
dar
el
discurso
de
graduación
de
su
clase.
Pero
lo
que
vio
y
vivió
dentro
del
instituto
lo
había
hecho
querer
hacer
un
discurso
distinto
al
que
usualmente
se
decía
en
en
ese
tipo
de
ceremonia.
Así
que
escribió
otro.
Uno
más
atrevido.
Más
honesto,
quizás.
Silvia
Viñas
nos
sigue
contando.
el
día
de
la
ceremonia
de
graduación
nadie
sabía
que
Benjamín
iba
a
dar
un
discurso,
ni
el
conservador
ni
el
polémico.
Así
recuerda
ese
día:
El…
el
que
estaba
presentando,
un
profesor
que
estaba
presentando
dice:
“Bueno
ahora
les
tenemos
una
sorpresa.
Un
alumno,
eh,
de
la
generación
dará
un
discurso,
bla,
bla,
bla…
Los
dejamos
a
ustedes
con
Benjamín
González.”
Entonces
todo
mi
curso
me
queda
mirando,
porque
yo
estaba
sentado
en
el
público
y
nadie
—absolutamente
nadie—
sabía
que
yo
iba
a
dar
el
discurso,
ni
el
bueno
ni
el
malo,
nadie
sabía.
Entonces
como
que
me
miran
todos
y
yo:“Ya,
permiso”,
y
saco
la
carpeta
con
la
que
venía
y
camino
hacia
el…
hacia
el
escenario,
po.
Y
se
escucharon
aplausos,
obviamente
así
como:
“Buena
Benja,”
qué
se
yo.
Los
primeros
párrafos
de
ambos
discursos,
del
conservador
y
el
polémico,
eran
iguales.
Buenos
días,
estimado
rector,
etcétera,
etcétera.
Pero…
Y
llega
un
punto
en
el
que
digo,
eh:
“Sin
embargo,
antes
de
seguir
me
gustaría
pedir
perdón.
Perdón
a
quienes
me
dieron
la
posibilidad
de
leer
el
discurso,
porque
el
que
hoy
día
voy
a
leer
el
distinto”.
Y
ahí
queda
en
silencio
el
teatro.
Y
bueno,
después
yo
leí
lo
que
tenía.
Yo
me
acuerdo
que
lo
había
impreso
con
letras
super
grandes,
porque
lo
mismo,
porque
yo
sabía
que
me
iba
a
poner
super
nervioso.
Yo
me
acuerdo
que
yo
leía,
leía,
leía,
de
repente
se
ponían
a
pifiar…
(pifias).
Oye,
se
fue
a
la
mierda
esto…
(aplausos).
Paraba,
tomaba
agua,
leía,
leía,
leía.
Aplaudían
un
poco,
tomaba
agua,
terminé:
“Muchas
gracias”.
Y
me
fui
a
sentar
(aplausos).
Yo
no
tengo
recuerdos
muy
claros
de
qué
hacía,
a
quién
miraba.
Yo…
yo
solamente
me
acuerdo
que
estaba
el
rector
en
frente
mío.
Y
las
luces
que
me
apuntaban
a
mí,
entonces
yo
no
veía
al
público.
Solamente
escuchaba
las
pifias
y
al
rector
veía.
No
es
difícil
entender
por
qué
pifiaron
a
Benjamín.
En
YouTube
hay
un
par
de
videos
del
discurso.
El
sonido
no
es
muy
bueno,
pero
lo
que
se
escucha
es
la
reacción
del
público
(pifias).
Durante
el
discurso,
por
los
temas
que
yo
tocaba…
O
sea,
estuvo
super
polarizado.
Yo
creo
que
sesenta
por
ciento
en
contra,
cuarenta
a
favor.
Me
acuerdo
que
había
arriba
mío
una
señora
que
me
gritaba
comunista,
que
me
gritaba
siempre,
a
cada
rato:
“Comunista,
no
es
el
momento”,
que
qué
me
creía.
En
su
discurso
Benjamín
da
un
recorrido
histórico
por
lo
que
él
llama
“la
historia
no
contada”
del
Instituto
Nacional.
Cito
parte
de
lo
que
dice:
“Entre
los
dieciocho
presidentes
de
Chile,
no
son
pocos
los
que
tienen
las
manos
manchadas
con
sangre
de
este
pueblo.
A
modo
de
ejemplo,
Institutano
fue
Pedro
Montt
Montt,
presidente
de
Chile
que
dio
la
orden
de
asesinar
a
tres
mil
quinientos
salitreros
en
el
Norte
Grande,
conocida
actualmente
como
la
mayor
matanza
en
la
historia
de
nuestro
país,
después
de
los
diecisiete
años
de
dictadura,
claro”.
Fin
de
la
cita.
Después
nombra
otras
atrocidades
que
cometieron
algunos
de
los
dieciocho
presidentes
chilenos
que
asistieron
al
Instituto
Nacional.
Pero
dice
que
uno
de
los
problemas
principales
del
colegio
es
su
ideología.
Su
pretensión
de
superioridad.
Se
acuerda
mucho,
por
ejemplo,
de
una
frase
que
escuchó
en
séptimo
básico
de
la
boca
de
un
profesor:
“Errar
es
humano,
pero
no
institutano”.
Cito
de
nuevo
el
discurso:
“Sin
tener
estudios
algunos
de
pedagogía,
ni
pretender
hacer
un
análisis
psicológico
de
la
educación,
me
parece
que
la
pregunta
cae
de
cajón:
¿a
qué
clase
de
profesor
se
le
puede
pasar
por
la
cabeza
decirle
eso
a
niños
de
12
años?
¿Por
qué
intentar
separar
al
Institutano
del
humano
común
y
corriente?
¿Tan
inteligentes
somos?”.
Fin
de
la
cita.
Benjamín
dice
que
frases
como
esta
son
las
que
forman
el
carácter,
en
general
del
institutano,
un
carácter
que
él
describe
como:
“Petulante,
soberbio,
chovinista
y
exitista”.
Pero
además,
Benjamín
denuncia
que
ciertos
profesores
discriminan
abiertamente.
Que
son
homofóbicos
y
racistas,
y
que
les
dicen
cosas
como:
“Asuman
sus
consecuencias
como
machitos”
o
“dejen
la
población
en
la
casa”.
Una
forma
despectiva
y
clasista
de
decirle
a
los
alumnos
de
bajos
recursos
que
en
el
Instituto
Nacional
tienen
que
comportarse
diferente
a
lo
que
están
acostumbrados
en
sus
barrios
pobres.
Benjamín
da
otro
ejemplo
de
la
actitud
que
tienen
algunos
profesores.
Cito
el
discurso:
“Hasta
hace
solo
un
par
de
años,
era
común
ver
a
un
respetado
y
sacralizado
profesor
de
este
colegio
echando
a
alumnos
de
la
sala
por
negro.
O
suspendiendo
aleatoriamente.
Hacía
formarse
a
un
curso
y
decía:
un,
dos,
tres:
suspendido.
Un,
dos,
tres:
suspendido;
sólo
para
demostrar
su
hipotético
poder
en
este
colegio.”
Cierro
comillas.
Con
todo
lo
que
vivió
y
presenció
allí,
Benjamín
dice
que
no
puede
sentirse
orgulloso
de
portar
la
insignia
del
Instituto
Nacional.
Es
un
discurso
duro,
crítico.
Pero
Benjamín
también
rescata
ciertos
aspectos
de
su
educación.
Agradece
a
varios
profesores
y
a
personal
del
colegio
que
lo
marcaron
positivamente.
Hay
muchos
pasajes
que
son
mensajes
para
ciertos
profesores.
Por
ejemplo
hay
una
cita
de
los
Fabulosos
Cadillacs,
hay
una
cita
de
Pedro
Lemebel,
un
escritor
chileno.
O
sea,
la
forma
en
que
yo
escribí
el
discurso
es
súper
característica,
no
está
escrito
así
aleatoriamente.
Incluso
muchos…
muchos…
muchos
profesores
me
decían:
“Oye,
me
copiaste
esa
parte
a
mí”,
“esa
parte
es
de
cierto
libro”,
“esa
parte
es
de
cierta
película”.
Entonces
el…
el
discurso
traía
mensajes
como…
como
encriptados
por
decirlo
así.
Terminó
de
dar
su
discurso,
ante
más
de
unas
dos
mil
personas.
Y
después
de
los
aplausos
nadie
se
volvió
a
sentar.
Y
después
de
eso
ya
se
acabó
la
ceremonia,
porque
supuestamente
venía
la…
como
la
canción
del
adiós,
y
creo
que
venía
como
un
video
que
iban
a
mostrar,
pero
se
acabó,
no…
Porque
entre
que
discutían
entre
ellos,
discutían
conmigo,
se
formó
un
diálogo
en
general.
Pero
con
quien
no
tuvo
que
discutir
ni
dar
explicaciones
fue
con
sus
padres,
quienes
lo
apoyaron
desde
el
momento
que
se
bajó
del
escenario
y
después,
con
todo
lo
que
vino.
Unos
días
después,
CNN
Chile
entrevistó
al
que
era,
en
ese
momento,
el
rector
del
Instituto
Nacional,
Jorge
Toro:
Fue
un
discurso
dicho
en
el
lugar
no
apropiado.
Dividió
a
la…
a
la
audiencia
que
estaba
en
una
ceremonias
de
despedida
de
los
alumnos
de
cuarto.
Dividió:
porque
unos
aplaudieron
y
otros
pifiaron.
Eh…
si
esta
denuncia
era
tan
fuerte,
¿cómo
esperar
el
momento
de
irse?
Cuando
yo
me
estoy
despidiendo
dejo
todas
las
denuncias
y
me
voy.
El
discurso
completo
lo
pueden
encontrar
fácilmente
en
Internet.
El
texto
y
el
video
se
filtraron
casi
tan
rápido
como
Benjamín
fue
contactado
por
periodistas
de
diarios,
de
radio
y
de
televisión.
Un
diario
lo
entrevistó
justo
después
de
la
ceremonia:
Y
un
compañero
me
dice:
“Oye,
me
están
llamando
del
LUN”
de
las
Últimas
Noticias,
un
diario
chileno,
“porque
quieren
entrevistarte
por
el
discurso.
“Ah,
ya”
dije,
“yo
no…no
quiero”
dije,
“porque
no…”.
Y
un
amigo
dice:
“Ya,
anda
igual,
es
tu
minuto
de
fama”.
Entonces:
“Ya,
vamos”,
dije
yo.
A
la
mañana
siguiente
lo
despertaron
unos
amigos.
Habían
estado
de
fiesta
toda
la
noche,
y
de
madrugada
pasaron
por
un
quiosco
de
diarios.
Ahí
estaba
Benjamín.
En
portada.
Eso
fue
solo
el
comienzo.
Benjamín
dice
que
él
no
buscaba
hacerse
famoso
con
su
discurso
y
que
nunca
se
imaginó
que
causaría
tanta
atención
mediática;
lo
contactaron
de
la
mayoría
de
los
canales
de
televisión
abierta
chilenos,
del
diario
El
Mercurio,
de
la
BBC,
de
CNN
Chile.
Justamente
Benjamín
González
está
con
nosotros
en
CNN
Prime.
Benjamín
gracias
por
acompañarnos.
Muchas
gracias.
A
ver,
lo
primero
que
te
quería
preguntar…
Y
claro,
también
lo
contactaron
muchos
compañeros
y
ex
alumnos
del
Instituto
Nacional.
Por
Twitter
me
contactaron
dos
profesores
que
eran…
bueno,
ellos
me
dijeron
que
habían
llorando
leyendo
mi
discurso.
Otros
alumnos,
otros
compañeros
me
decían
que
habían
sacado…
se
les
había
salido
una
espina
del
corazón…
También
hubo
muchas
personas
que
me
dijeron:
“Oye,
yo
salí
del
Instituto
Nacional
y
qué
te
creí,
no
tenía
ningún
derecho
a
hacerle
eso
al
colegio”
que
soy
un
malagradecido.
En
mi
casa
el
discurso
de
Benjamín
tampoco
pasó
desapercibido.
Benjamín
mostró
un
lado
del
Instituto
Nacional
del
que
no
me
habían
hablado.
¿Por
qué
Daniel
nunca
me
había
mencionado
esas
cosas
negativas?
Así
que
le
pregunté,
como
ex
alumno,
qué
pensaba
del
discurso
de
Benjamín.
Daniel
me
dijo
que
no
está
de
acuerdo
con
todo,
porque
él
no
vió
algunas
cosas
que
describe
Benjamín;
y
aunque
para
su
gusto
Benjamín
dejó
de
lado
cosas
muy
positivas
del
colegio,
me
dijo
que
está
de
acuerdo
con
el
espíritu
del
discurso.
Además,
según
Daniel,
por
años,
en
las
graduaciones
del
Instituto
Nacional,
los
estudiantes,
los
padres,
los
profesores
y
las
autoridades
del
colegio
han
estado
escuchado
lo
que
quieren
oír.
Así
que
Daniel
cree
que
el
discurso
de
Benjamín
era
necesario:
Me
saco
el
sombrero.
Porque
en
realidad
el
haber
hecho
algo
así
y
haberlo
hecho
contra
el
mismo
Instituto,
en
cierta
forma,
requiere
de
una
claridad
de
mente
y
una
valentía
tremenda.
Es
irónico,
pero
al
final
lo
que
él
hizo
es
fruto
de
lo
que
uno
aprende,
la
experiencia
del
Instituto
Nacional.
Yo
no
si
él
se
dio
cuenta
de
eso,
pero
el
que
él
haya
sido
capaz
de
hacer
algo
así
guarda
directa
relación
con
lo
que
uno
aprende
y
absorbe
en
el
Instituto
Nacional:
que
es
que
uno
tiene
poder.
Benjamín
me
cuenta,
meses
después,
que
no
se
arrepiente.
Quiero
ser
super
claro
y
enfático:
no
me
arrepiento
ni…
ni
en
la
forma
que
di
el
discurso
ni
en
el
fondo
del
discurso.
Ahora
Benjamín
está
estudiando
Derecho
en
la
Universidad
de
Chile.
Me
cuenta
que
el
discurso
marcó
los
primeros
meses
en
la
universidad,
porque
donde
iba
le
decían:
“Ah,
tu
eres
el
del
discurso”.
Pero
dice
que
también
marcó
una
etapa
en
su
vida
que
él
considera
enriquecedora.
Yo
dije
en
el
discurso:
“Yo
aquí
no
busco
representar
a
absolutamente
nadie.
Ni
a
mi
familia,
ni
a
mis
compañeros,
ni
a
mis
amigos”.
tampoco
buscaba
ser…
ser
un
mártir
ni
embolarme
frente
al…
frente
al
Instituto
Nacional.
Claro,
tuvo
cierta…
cierta
repercusión
en
muchos
compañeros,
y
muchos
compañeros
me
encontraron
la
razón.
Desde
que
conocí
a
Daniel
supe
que
el
Instituto
Nacional
era
importante
para
él,
pero
no
fue
hasta
que
pensamos
en
tener
hijos
que
me
di
cuenta
que
este
“liceo
emblemático”
podría
jugar
un
papel
protagónico
en
mi
vida
también:
¿qué
pasa
si
tenemos
un
niño?
Benjamín
lo
dijo,
¿recuerdan?:
Nos
delinean
prácticamente
la
normalidad
que
ellos
quieren:
buena
prueba
de
selección,
buena
carrera
—tradicional
si
es
posible—
buen
trabajo,
hijos,
y
esos
hijos
al
Instituto
Nacional.
“Esos
hijos
al
Instituto
Nacional”.
Con
Daniel
ya
lo
habíamos
hablado,
siempre
un
poco
en
broma.
Yo
no
muy
convencida,
y
él
bastante
ambiguo.
Total,
todavía
no
teníamos
un
niño
y
quizás
nunca
lo
tendríamos.
Pero
unos
días
antes
de
que
Benjamín
rompiera
todo
protocolo
en
su
graduación,
nació
nuestro
hijo
Santiago,
un
“institutano
en
potencia”,
según
lo
que
dicta
la
tradición
del
Instituto
Nacional.
Y
a
pesar
de
la
locura
de
tener
un
recién
nacido
en
casa,
el
discurso
de
Benjamín
me
hizo
volverme
a
preguntar:
¿y
mi
hijo…
va
a
ir
al
Instituto
Nacional?
Y
si
va,
a
qué
colegio
iría?
¿Al
que
me
describía
mi
marido
cuando
eramos
novios
caminando
de
la
mano
por
las
calles
del
centro?
¿O
al
colegio
que
describió
Benjamín
en
su
discurso?
Intentamos
contactar
a
Benjamín
para
preguntarle
cómo
se
sentía
ahora
con
todos
los
cambios
en
Chile
en
los
últimos
años.
Algo
muy
relevante,
sobre
todo
teniendo
en
cuenta
que
el
llamado
estallido
social
del
2019
comenzó,
en
gran
medida,
por
los
estudiantes
de
liceos
públicos,
como
el
Instituto.
Pero
prefirió
no
hablar
con
nosotros.
Silvia
Viñas
es
productora
ejecutiva
y
co-presentadora
de
El
hilo.
Vive
en
Londres.
Esta
historia
fue
editada
por
Camila
Segura,
y
por
mí.
La
música
y
el
diseño
de
sonido
son
de
Andrés
Azpiri.
Gracias
a
la
Universidad
Diego
Portales
y
al
programa
Snap
Judgement,
por
prestarnos
sus
estudios.
El
resto
del
equipo
de
Radio
Ambulante
incluye
a
Paola
Alean,
Nicolás
Alonso,
Lisette
Arévalo,
Jorge
Caraballo,
Aneris
Casassus,
Victoria
Estrada,
Xochitl
Fabián,
Fernanda
Guzmán,
Rémy
Lozano,
Miranda
Mazariegos,
Barbara
Sawhill,
Elsa
Liliana
Ulloa,
David
Trujillo
y
Desirée
Yépez.
Carolina
Guerrero
es
la
CEO. Radio
Ambulante
es
un
podcast
de
Radio
Ambulante
Estudios,
se
produce
y
se
mezcla
en
el
programa
Hindenburg
PRO.
Radio
Ambulante
cuenta
las
historias
de
América
Latina.
Soy
Daniel
Alarcón.
Gracias
por
escuchar.
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► Bienvenidos a Radio Ambulante desde NPR. Soy Daniel Alarcón. Hoy regresamos a nuestros archivos, a una historia que publicamos originalmente en el 2014 y que viene de Chile. Nosotros con unos compañeros habíamos hablado: “¿Qué vamos a hacer para la licenciatura?” Porque no… o sea, habíamos estado seis años criticando el Instituto Nacional, criticando su chovinismo, criticando su… su ideología como fascistoide: “Que somos los mejores, los demás no sirven. Que… que la patria…”. Entonces, ¿nos… nos vamos a ir del colegio así como si nada? Este es Benjamín González. Chileno, claro. De 18 años. Hasta hace poco fue estudiante en el Instituto Nacional, uno de esos colegios prestigiosos y tradicionales que existen en todos nuestros países. Un colegio modelo. Emblemático. Entran niños talentosos y salen hombres disciplinados. Según la mitología, los futuros líderes de Chile. Entonces la idea personalmente en mi siempre estuvo de hacer algo. Pero como se dio esto del discurso de: “Manden un discurso”. Como que los astros se alinearon para que pasara. Hoy, la historia de Benjamín González, un alumno que se atrevió a criticar al colegio más tradicional del país en su discurso de graduación. Silvia Viñas nos cuenta. El Instituto Nacional es un colegio de hombres que se fundó hace doscientos años. De ahí han salido diputados, senadores, premios nacionales de literatura y de ciencias y dieciocho presidentes de Chile. El edificio está enclavado en el centro de Santiago, a pocas cuadras del palacio del gobierno. Así lo describe Benjamín: El Instituto Nacional se fundó recopilando todos los colegios que existían antes en la colonia para generar un colegio, como… como mismo dice el emblema, que dé futuros ciudadanos, que… que dé hombres que le sirvan a la patria, que le dé hombres de ciencia, hombres de letra. Yo creo que sin… sin nada de exitismo, se podría decir que es el colegio más importante de Chile. Yo escuché por primera vez acerca del Instituto Nacional hace diez años, cuando conocí a un par de institutanos —como se les llama a los alumnos de ahí— que se acababan de graduar. Este es Daniel, uno de esos alumnos que conocí en el 2003 y con quien después empecé a salir: Para mí el Instituto Nacional era una de las mayores fuentes de validación personal que yo tenía. Entonces claro, yo te conocí a ti y yo era Daniel Yáñez del Instituto Nacional. De hecho me acuerdo de que siendo novios recién, recién, una de las primeras cosas que hicimos al salir fue yo ir a mostrarte el Instituto Nacional. O sea (risa), yo creo que no hay nada más freak (risa) nada más extraño de que una persona al salir con su novia una de las primeras cosas que haga es decirle: “Oye, vamos al centro que ahí está mi colegio y es espectacular”. Para mí todo esto era muy extraño. Yo estaba en un colegio completamente diferente: el mío era privado y mixto. Era imposible no sentir curiosidad sobre cómo era asistir a un colegio como el Instituto Nacional: ¿qué tan exigente era en realidad?, y ¿no era raro estar en un colegio con solo hombres? Algunos años después me casé con Daniel. Conocí a otros de sus compañeros y seguí escuchando cosas, casi siempre positivas, sobre el Instituto Nacional. Hasta diciembre del 2012, cuando en Facebook, en la radio y en los noticieros se empezó a hablar sobre “un institutano rebelde”. Para muchos, el nombre de Benjamín González no decía nada, hasta hace unos días, cuando en un discurso de fin de año realizado en el emblemático Instituto Nacional comenzó a dar vueltas por las redes sociales y en el cual este alumno de… Varios meses después de que diera su polémico discurso, conversé con Benjamín. Empezó contándome cómo llegó al Instituto Nacional. Yo no… no recuerdo el momento claro en que dije: “Yo quiero estar en el Instituto Nacional”. Siempre lo di por hecho porque yo… mi familia, más bien, no tenía el dinero para pagar una educación particular. Y en el colegio que yo estaba no… no tenía buena enseñanza media. Era bueno hasta cierto nivel. Entonces siempre di por asumido que si yo quería llegar a la universidad tenía que ir al Instituto Nacional. Pero entrar al Instituto Nacional no es fácil, no importa si el alumno es rico, pobre, o de clase media. Al Instituto Nacional llegan a los doce años, y para entrar tienen que pasar un examen muy exigente de admisión. Pero ahí solo comienza la travesía, adaptarse a un colegio como el Instituto Nacional puede ser aún más complicado. Me acuerdo del primer día del Instituto Nacional porque este colegio está cargado de mucha mística como yo decía en el discurso. Éramos una… un grupo inmenso de jóvenes, unos setecientos. Nos formaron a todos en fila, con nuestros vestón, nuestra chaquetas de color azul marino, con nuestros za… zapatos lustrados, todos peinaditos para el lado, mirando de reojo al compañero a ver quién era el más alto, el más bajo (risa). Entonces nos forman, cantan el himno del Instituto Nacional que suena tan viejo como el himno de Chile. Y hay todo un ambiente muy como de… no sé, de solemnidad republicana que era divertido, era como que te estabas metiendo un poco en la historia de Chile… Cuando yo entré al… al Instituto Nacional, me…me dicen abiertamente: “Ustedes están aquí para ser los mejores, ustedes están aquí para ser los futuros líderes de la patria”, con esas palabras. Nos.. nos delinean prácticamente el… el… la normalidad que ellos quieren: buena… buena prueba de selección, buena carrera —tradicional si es posible— buen trabajo, hijos, y esos hijos al Instituto Nacional. En su último año en el Instituto Nacional, Benjamín fue elegido como presidente de su curso. Durante el año tuvieron varias reuniones de coordinación con las autoridades del colegio para planear la graduación. Los primeros días de diciembre a mi me llega un mail diciendo que todos los años en la licenciatura un alumno de la generación, sin representar a nadie, tiene la posibilidad de dar un discurso. Y yo, como era un alumno del Instituto Nacional, tenía la posibilidad de hacerlo, lo mandé. El discurso que mandó era conservador, convencional, el discurso que todos esperarían de un joven institutano. Escribí que el Instituto Nacional es el mejor colegio de Chile, que este colegio tiene que enfocar su labor en dar ciudadanos a la patria… que el Instituto Nacional tiene que tener una labor republicana, de integración… Lo alabé y me lo eligieron. Pero ese no era el único discurso que Benjamín había escrito y tampoco el que había planeado leer. Ya volvemos. Este mensaje viene de un patrocinador de NPR, TurboTax Live. TurboTax Live cuenta con expertos bilingües en taxes que están listos para escucharte, entender tu situación tributaria y ayudarte a obtener el mejor resultado. Quizás eres un fotógrafo independiente, o tu papá le gusta construir sillas, tu mamá tiene una panadería, tu hermano trabaja en programación o a tu abuela le gusta tejer todo el día. Ya sea que necesites un poco de ayuda o prefieras que alguien prepare tu declaración por ti, los expertos bilingües de TurboTax Live están listos para ayudarte. Intuit TurboTax Live. Escucha Short Wave, el nuevo podcast diario de NPR sobre ciencia. En unos diez minutos, de lunes a viernes, te enterarás de nuevos descubrimientos, misterios cotidianos y la ciencia detrás de los titulares. Te volverás un poco más inteligente. O al menos así te verás frente a tus amigos. Escucha y suscríbete ahora a Short Wave de NPR. Este mensaje viene de Spanish Aquí Presents, un podcast de Earwolf. Presentado por los comediantes Carlos Santos, Raiza Licea, Oscar Montoya y Tony Rodríguez. Cada semana este podcast destaca la comedia y la experiencia latina con invitados fascinantes. Discusiones sobre cultura latina e incluso algo de improvisación. Y si te estás preguntando: “¿necesito saber español para disfrutar este podcast?”, la respuesta es no, pero quizá aprendas un poco sobre la marcha. Escucha Spanish Aquí Presents en tu aplicación de podcast y suscríbete. Mientras dormías, un montón de noticias estaban pasando alrededor del mundo. Up First es el podcast de NPR que te mantiene informado sobre los grandes acontecimientos en un corto tiempo. Comparte diez minutos de tu día con Up First, desde NPR, de lunes a viernes. Estamos de vuelta en Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón. Antes de la pausa escuchamos cómo fue el camino que llevó a Benjamín Gonzáles al Instituto Nacional de Chile, uno de los colegios más prestigiosos del país. Y al día que tenía que dar el discurso de graduación de su clase. Pero lo que vio y vivió dentro del instituto lo había hecho querer hacer un discurso distinto al que usualmente se decía en en ese tipo de ceremonia. Así que escribió otro. Uno más atrevido. Más honesto, quizás. Silvia Viñas nos sigue contando. el día de la ceremonia de graduación nadie sabía que Benjamín iba a dar un discurso, ni el conservador ni el polémico. Así recuerda ese día: El… el que estaba presentando, un profesor que estaba presentando dice: “Bueno ahora les tenemos una sorpresa. Un alumno, eh, de la generación dará un discurso, bla, bla, bla… Los dejamos a ustedes con Benjamín González.” Entonces todo mi curso me queda mirando, porque yo estaba sentado en el público y nadie —absolutamente nadie— sabía que yo iba a dar el discurso, ni el bueno ni el malo, nadie sabía. Entonces como que me miran todos y yo:“Ya, permiso”, y saco la carpeta con la que venía y camino hacia el… hacia el escenario, po. Y se escucharon aplausos, obviamente así como: “Buena Benja,” qué se yo. Los primeros párrafos de ambos discursos, del conservador y el polémico, eran iguales. Buenos días, estimado rector, etcétera, etcétera. Pero… Y llega un punto en el que digo, eh: “Sin embargo, antes de seguir me gustaría pedir perdón. Perdón a quienes me dieron la posibilidad de leer el discurso, porque el que hoy día voy a leer el distinto”. Y ahí queda en silencio el teatro. Y bueno, después yo leí lo que tenía. Yo me acuerdo que lo había impreso con letras super grandes, porque lo mismo, porque yo sabía que me iba a poner super nervioso. Yo me acuerdo que yo leía, leía, leía, de repente se ponían a pifiar… (pifias). Oye, se fue a la mierda esto… (aplausos). Paraba, tomaba agua, leía, leía, leía. Aplaudían un poco, tomaba agua, terminé: “Muchas gracias”. Y me fui a sentar (aplausos). Yo no tengo recuerdos muy claros de qué hacía, a quién miraba. Yo… yo solamente me acuerdo que estaba el rector en frente mío. Y las luces que me apuntaban a mí, entonces yo no veía al público. Solamente escuchaba las pifias y al rector veía. No es difícil entender por qué pifiaron a Benjamín. En YouTube hay un par de videos del discurso. El sonido no es muy bueno, pero lo que sí se escucha es la reacción del público (pifias). Durante el discurso, por los temas que yo tocaba… O sea, estuvo super polarizado. Yo creo que sesenta por ciento en contra, cuarenta a favor. Me acuerdo que había arriba mío una señora que me gritaba comunista, que me gritaba siempre, a cada rato: “Comunista, no es el momento”, que qué me creía. En su discurso Benjamín da un recorrido histórico por lo que él llama “la historia no contada” del Instituto Nacional. Cito parte de lo que dice: “Entre los dieciocho presidentes de Chile, no son pocos los que tienen las manos manchadas con sangre de este pueblo. A modo de ejemplo, Institutano fue Pedro Montt Montt, presidente de Chile que dio la orden de asesinar a tres mil quinientos salitreros en el Norte Grande, conocida actualmente como la mayor matanza en la historia de nuestro país, después de los diecisiete años de dictadura, claro”. Fin de la cita. Después nombra otras atrocidades que cometieron algunos de los dieciocho presidentes chilenos que asistieron al Instituto Nacional. Pero dice que uno de los problemas principales del colegio es su ideología. Su pretensión de superioridad. Se acuerda mucho, por ejemplo, de una frase que escuchó en séptimo básico de la boca de un profesor: “Errar es humano, pero no institutano”. Cito de nuevo el discurso: “Sin tener estudios algunos de pedagogía, ni pretender hacer un análisis psicológico de la educación, me parece que la pregunta cae de cajón: ¿a qué clase de profesor se le puede pasar por la cabeza decirle eso a niños de 12 años? ¿Por qué intentar separar al Institutano del humano común y corriente? ¿Tan inteligentes somos?”. Fin de la cita. Benjamín dice que frases como esta son las que forman el carácter, en general del institutano, un carácter que él describe como: “Petulante, soberbio, chovinista y exitista”. Pero además, Benjamín denuncia que ciertos profesores discriminan abiertamente. Que son homofóbicos y racistas, y que les dicen cosas como: “Asuman sus consecuencias como machitos” o “dejen la población en la casa”. Una forma despectiva y clasista de decirle a los alumnos de bajos recursos que en el Instituto Nacional tienen que comportarse diferente a lo que están acostumbrados en sus barrios pobres. Benjamín da otro ejemplo de la actitud que tienen algunos profesores. Cito el discurso: “Hasta hace solo un par de años, era común ver a un respetado y sacralizado profesor de este colegio echando a alumnos de la sala por negro. O suspendiendo aleatoriamente. Hacía formarse a un curso y decía: un, dos, tres: suspendido. Un, dos, tres: suspendido; sólo para demostrar su hipotético poder en este colegio.” Cierro comillas. Con todo lo que vivió y presenció allí, Benjamín dice que no puede sentirse orgulloso de portar la insignia del Instituto Nacional. Es un discurso duro, crítico. Pero Benjamín también rescata ciertos aspectos de su educación. Agradece a varios profesores y a personal del colegio que lo marcaron positivamente. Hay muchos pasajes que son mensajes para ciertos profesores. Por ejemplo hay una cita de los Fabulosos Cadillacs, hay una cita de Pedro Lemebel, un escritor chileno. O sea, la forma en que yo escribí el discurso es súper característica, no está escrito así aleatoriamente. Incluso muchos… muchos… muchos profesores me decían: “Oye, me copiaste esa parte a mí”, “esa parte es de cierto libro”, “esa parte es de cierta película”. Entonces el… el discurso traía mensajes como… como encriptados por decirlo así. Terminó de dar su discurso, ante más de unas dos mil personas. Y después de los aplausos nadie se volvió a sentar. Y después de eso ya se acabó la ceremonia, porque supuestamente venía la… como la canción del adiós, y creo que venía como un video que iban a mostrar, pero se acabó, no… Porque entre que discutían entre ellos, discutían conmigo, se formó un diálogo en general. Pero con quien no tuvo que discutir ni dar explicaciones fue con sus padres, quienes lo apoyaron desde el momento que se bajó del escenario y después, con todo lo que vino. Unos días después, CNN Chile entrevistó al que era, en ese momento, el rector del Instituto Nacional, Jorge Toro: Fue un discurso dicho en el lugar no apropiado. Dividió a la… a la audiencia que estaba en una ceremonias de despedida de los alumnos de cuarto. Dividió: porque unos aplaudieron y otros pifiaron. Eh… si esta denuncia era tan fuerte, ¿cómo esperar el momento de irse? Cuando yo me estoy despidiendo dejo todas las denuncias y me voy. El discurso completo lo pueden encontrar fácilmente en Internet. El texto y el video se filtraron casi tan rápido como Benjamín fue contactado por periodistas de diarios, de radio y de televisión. Un diario lo entrevistó justo después de la ceremonia: Y un compañero me dice: “Oye, me están llamando del LUN” de las Últimas Noticias, un diario chileno, “porque quieren entrevistarte por el discurso. “Ah, ya” dije, “yo no…no quiero” dije, “porque no…”. Y un amigo dice: “Ya, anda igual, es tu minuto de fama”. Entonces: “Ya, vamos”, dije yo. A la mañana siguiente lo despertaron unos amigos. Habían estado de fiesta toda la noche, y de madrugada pasaron por un quiosco de diarios. Ahí estaba Benjamín. En portada. Eso fue solo el comienzo. Benjamín dice que él no buscaba hacerse famoso con su discurso y que nunca se imaginó que causaría tanta atención mediática; lo contactaron de la mayoría de los canales de televisión abierta chilenos, del diario El Mercurio, de la BBC, de CNN Chile. Justamente Benjamín González está con nosotros en CNN Prime. Benjamín gracias por acompañarnos. Muchas gracias. A ver, lo primero que te quería preguntar… Y claro, también lo contactaron muchos compañeros y ex alumnos del Instituto Nacional. Por Twitter me contactaron dos profesores que eran… bueno, ellos me dijeron que habían llorando leyendo mi discurso. Otros alumnos, otros compañeros me decían que habían sacado… se les había salido una espina del corazón… También hubo muchas personas que me dijeron: “Oye, yo salí del Instituto Nacional y qué te creí, no tenía ningún derecho a hacerle eso al colegio” que soy un malagradecido. En mi casa el discurso de Benjamín tampoco pasó desapercibido. Benjamín mostró un lado del Instituto Nacional del que no me habían hablado. ¿Por qué Daniel nunca me había mencionado esas cosas negativas? Así que le pregunté, como ex alumno, qué pensaba del discurso de Benjamín. Daniel me dijo que no está de acuerdo con todo, porque él no vió algunas cosas que describe Benjamín; y aunque para su gusto Benjamín dejó de lado cosas muy positivas del colegio, me dijo que sí está de acuerdo con el espíritu del discurso. Además, según Daniel, por años, en las graduaciones del Instituto Nacional, los estudiantes, los padres, los profesores y las autoridades del colegio han estado escuchado lo que quieren oír. Así que Daniel cree que el discurso de Benjamín era necesario: Me saco el sombrero. Porque en realidad el haber hecho algo así y haberlo hecho contra el mismo Instituto, en cierta forma, requiere de una claridad de mente y una valentía tremenda. Es irónico, pero al final lo que él hizo es fruto de lo que uno aprende, la experiencia del Instituto Nacional. Yo no sé si él se dio cuenta de eso, pero el que él haya sido capaz de hacer algo así guarda directa relación con lo que uno aprende y absorbe en el Instituto Nacional: que es que uno tiene poder. Benjamín me cuenta, meses después, que no se arrepiente. Quiero ser super claro y enfático: no me arrepiento ni… ni en la forma que di el discurso ni en el fondo del discurso. Ahora Benjamín está estudiando Derecho en la Universidad de Chile. Me cuenta que el discurso marcó los primeros meses en la universidad, porque donde iba le decían: “Ah, tu eres el del discurso”. Pero dice que también marcó una etapa en su vida que él considera enriquecedora. Yo dije en el discurso: “Yo aquí no busco representar a absolutamente nadie. Ni a mi familia, ni a mis compañeros, ni a mis amigos”. tampoco buscaba ser… ser un mártir ni embolarme frente al… frente al Instituto Nacional. Claro, tuvo cierta… cierta repercusión en muchos compañeros, y muchos compañeros me encontraron la razón. Desde que conocí a Daniel supe que el Instituto Nacional era importante para él, pero no fue hasta que pensamos en tener hijos que me di cuenta que este “liceo emblemático” podría jugar un papel protagónico en mi vida también: ¿qué pasa si tenemos un niño? Benjamín lo dijo, ¿recuerdan?: Nos delinean prácticamente la normalidad que ellos quieren: buena prueba de selección, buena carrera —tradicional si es posible— buen trabajo, hijos, y esos hijos al Instituto Nacional. “Esos hijos al Instituto Nacional”. Con Daniel ya lo habíamos hablado, siempre un poco en broma. Yo no muy convencida, y él bastante ambiguo. Total, todavía no teníamos un niño y quizás nunca lo tendríamos. Pero unos días antes de que Benjamín rompiera todo protocolo en su graduación, nació nuestro hijo Santiago, un “institutano en potencia”, según lo que dicta la tradición del Instituto Nacional. Y a pesar de la locura de tener un recién nacido en casa, el discurso de Benjamín me hizo volverme a preguntar: ¿y mi hijo… va a ir al Instituto Nacional? Y si va, a qué colegio iría? ¿Al que me describía mi marido cuando eramos novios caminando de la mano por las calles del centro? ¿O al colegio que describió Benjamín en su discurso? Intentamos contactar a Benjamín para preguntarle cómo se sentía ahora con todos los cambios en Chile en los últimos años. Algo muy relevante, sobre todo teniendo en cuenta que el llamado estallido social del 2019 comenzó, en gran medida, por los estudiantes de liceos públicos, como el Instituto. Pero prefirió no hablar con nosotros. Silvia Viñas es productora ejecutiva y co-presentadora de El hilo. Vive en Londres. Esta historia fue editada por Camila Segura, y por mí. La música y el diseño de sonido son de Andrés Azpiri. Gracias a la Universidad Diego Portales y al programa Snap Judgement, por prestarnos sus estudios. El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Paola Alean, Nicolás Alonso, Lisette Arévalo, Jorge Caraballo, Aneris Casassus, Victoria Estrada, Xochitl Fabián, Fernanda Guzmán, Rémy Lozano, Miranda Mazariegos, Barbara Sawhill, Elsa Liliana Ulloa, David Trujillo y Desirée Yépez. Carolina Guerrero es la CEO. Radio Ambulante es un podcast de Radio Ambulante Estudios, se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO. Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.

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